La Diputación quiere evitar que se repita un año tan nefasto como 2009, en el que se quemaron más de 700 hectáreas.
La Diputación ha distribuido ya 40 carros o remolques con diferentes tipos de mangueras de fácil uso en otros tantos pueblos del territorio para una primera reacción ante un incendio a cargo de los vecinos. Se ha comenzado por los más alejados a las unidades de bomberos y se han impartido cursillos entre los parroquianos.
Acostumbrados a contar con los dedos las hectáreas de monte quemada, la Diputación afronta el verano con la preocupación y la esperanza de que no se repita un año tan nefasto como el pasado cuando 728 hectáreas de monte y cultivos sucumbieron al fuego.
El servicio alavés contra incendios en la provincia bascula sobre cuatro pilares. El primero de ellos depende del departamento de Administración Local y actúa fundamentalmente en los cascos urbanos. Se trata, por un lado, de la Unidad Comarcal de Extinción de Incendios y Salvamento de Llodio, que cuenta con 35 personas y actúa 24 horas; y por otro, las de Espejo y Laguardia, que lo hacen con 12 efectivos cada una durante 12 horas. Existe un grupo de voluntarios en Campezo donde también está previsto crear otra unidad, así como en Salvatierra, para primeros de 2011. En ambos casos se hace con mucho retraso.
El segundo de los pilares es la brigada forestal dependiente del Departamento de Agricultura y Montes. Actúa de una forma específica en el medio forestal y rural con un grupo de 52 especialistas y maquinaria pesada. Trabajan especialmente en verano en una orografía compleja que conforman 400 núcleos pequeños.
Existe, además, un convenio con el Ayuntamiento de Vitoria para que sus bomberos actúen en todo el territorio cuando sea necesario. Lo costea la institución foral. Asimismo, hay suscritos acuerdos con bomberos de Logroño y Miranda de Ebro para cubrir la noche y determinados puntos en el marco de los protocolos de emergencias con los territorios limítrofes.
Una red alavesa
La Diputación intenta crear un verdadero dispositivo alavés con la red de unidades 'uceis' y con una futura nueve sede compartida con el Ayuntamiento de Vitoria, donde estaría la ubicación, y otros servicios de emergencia del Gobierno vasco. En cualquier caso, la convergencia de las tres instituciones en el nuevo servicio está costando más de lo previsto.
Durante el año pasado hubo 49 incendios forestales en el territorio que quemaron 728 hectáreas , de las que 453 eran arboladas. Fue el peor de los últimos 20 años. En 1989, 180 fuegos arrasaron 2.184 hectáreas.
Los servicios de extinción de incendios y salvamento dependientes de la Diputación realizaron el año pasado un total de 787 actuaciones en los pueblos, incluidos Llodio y Amurrio (el 85%), de las que sólo 158 fueron por incendios. Inundaciones, accidentes, labores de prevención y rescate de animales ocuparon el grueso de la actividad.
La Diputación no ha hecho campañas publicitarias específicas contra el fuego en los últimos años porque el sector agrícola está muy concienciado del peligro. Sólamente cuando aprieta el calor y se producen circunstancias de alto riesgo, viento sur o poca humedad, se dan avisos o se prohíbe el uso de las barbacoas en los treinta parques locales.
04/07/2010
Fuente: elcorreo.com