El proyecto costará 5 millones de euros, creará siete puestos de trabajo y generará una potencia de 2 megawatios.

La localidad de Seña, en el municipio de Limpias, albergará la primera planta de biomasa de Cantabria en la primavera del año que viene, cuando los promotores tienen previsto que entre en funcionamiento una instalación para la que tienen ya todos los permisos administrativos que necesitaban. El proyecto está liderado por José Morante, un maderista de la zona oriental de la región que, junto a otros socios, invertirá 5 millones de euros en esta planta diseñada por la empresa Guascor y que generará 2 megawatios de potencia.

La alcaldesa, María del Mar Iglesias, se muestra «muy ilusionada» ante un proyecto que desde el comienzo le pareció «interesante» y «muy acorde con estos tiempos», en lo se refiere al tema de energías renovables. Sin olvidar su importancia en cuanto a la creación de empleo, «ya que está planta generará siete puestos de trabajo directos más los indirectos, que hacen mucha falta en el municipio».

La elección del lugar en el que se ubicará la planta, explica Iglesias, no ha sido al azar. «Es una zona rodeada de eucaliptos que goza de buenas comunicaciones y tiene garantizado el abastecimiento de agua necesario para su funcionamiento». Aunque sobre todo, «se ha tenido en cuenta la existencia en sus cercanías de una línea eléctrica que facilitará el transporte de la energía que se genere».

En cuanto al funcionamiento de esta planta, Iglesias subraya que «recogerá los ciclos de las podas y de las limpiezas de los montes, para después picarlos y calentarlos a unos 800 grados de temperatura. Esto produce unos gases que después genera la energía eléctrica». Y añade: «el horno donde se calientan las maderas tiene que estar funcionando día y noche, por lo que precisa de unos operarios que estén continuamente alimentando el sistema».

Para Iglesias, uno de los principales beneficios que va suponer esta planta para la comarca es que permitirá que los montes estén limpios y que las maderas se reciclen. «Cuando se talan los montes muchas veces las maderas se dejan allí, con el consiguiente riesgo de que se propaguen incendios. Esto va ser una manera de evitarlo».

Aunque no se trata de una planta grande se prevé que para funcionar la instalación necesitará más de 13.000 toneladas de residuos forestales al año.

Expectación

De momento, los vecinos se muestran «expectantes» y ya han mostrado sus dudas acerca de si la instalación va a ser o no saludable o si generará humos. La alcaldesa quiere trasladar un mensaje de tranquilidad recordando que esta planta «ha pasado todos los trámites ambientales».

Otra de las preocupaciones de los vecinos es el tránsito de los camiones por la zona para llevar los materiales a la planta, inquietud que Iglesias resuelve asegurando que «los empresarios han calculado que serán tres o cuatro camiones los que suban al día».

Aún así, el Ayuntamiento, la Mancomunidad de Municipios Sostenibles y la empresa responsable van a organizar próximamente unas jornadas en las que explicarán a los vecinos todos los detalles relacionados con un proyecto que verá la luz el año que viene. «Es algo muy novedoso y la intención de los promotores es empezar de forma experimental e ir ampliando poco a poco», apostilla la alcaldesa.

08/06/2010

Fuente: eldiariomontañes.es